Los inhibidores SGLT2 han demostrado ser muy efectivos reduciendo la mortalidad cardiovascular y los eventos cardiovasculares mayores, así como previniendo la progresión del daño renal, y sobre todo han demostrado reducir consistentemente la hospitalización por fallo cardíaco con FEVI reducida.

Está demostrado que son excelentes protectores cardiovasculares y renales, y se consideran una novedosa opción en el tratamiento de la falla cardiaca con FEVI reducida, reduciendo las hospitalizaciones por falla cardíaca en enfermos diabéticos o no diabéticos.

Su mecanismo de acción es sencillo: inhibiendo el transportador renal tipo 2 de la glucosa a nivel de los túbulos contorneados proximal (aumenta la excreción renal de la glucosa y del sodio).

Los principales SGLT2 estudiados fueron: la Empagliflozina, Dapagliflozina y la Canagliflozina; actualmente disponibles en el mercado farmacéutico mundial y Latino América.

Los meta-análisis de varios estudios, entre ellos (Empare-0utcomes, Canvas, Declare, EMPEROR-HF y DAPA-HF), han demostrado su efectividad reduciendo los eventos cardiovasculares mayores en un 25% y las hospitalizaciones por falla cardíaca entre un 25-30%. Además, reducen y previenen la progresión del daño renal entre un 40-47%, p= 0.001; IC.95%.

Un meta-análisis recientemente publicado de dos estudios realizados en falla cardíaca con FEVI reducida o sistólica: Los estudios EMPEROR-HF y el DAPA-HF (Packer M, NEJM;2020), analizaron el uso de la Empagliflozina (n= 1863) y la Dapagliflozina (n= 2373), en enfermos con falla cardiaca con FEVI reducida <30%, en una población predominantemente masculina, diabéticos (50%), las mayorías en clase funcional II (75%), concentraciones pico de nt-BNP 1800 pg/ml y un 31% de la población requirió el uso de ICD y 12% CRT. El 36% de la población tenía fibrilación atrial y la tasa promedio de filtrado glomerular fue de un 62 ml/min/m2.

En este análisis se observó una reducción de un 25% de los eventos cardiovasculares mayores y de un 26% en las hospitalizaciones por falla cardíaca (p= 0.001). Así mismo hubo una reducción del 29% en las mortalidad por causas renales y/o progresión de la enfermedad renal. Los efectos secundarios fueron mínimos y casi similar al placebo: hipotensión arterial, hipoglucemia, infecciones del tracto urinario y vaginitis; muy rara vez colecistitis y fractura ósea.

«EN RESÚMEN, LOS INHIBIDORES SGLT2 SON EXCELENTES FÁRMACOS CARDIOPROTECTORES, RENOPROTECTORES Y REDUCEN LA HOSPITALIZACIÓN POR FALLA CARDÍACA CON FRACCIÓN DE EYECCIÓN REDUCIDA ENTRE UN 25-30%».

Bibliografía:

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