Hablar de la trayectoria del doctor Héctor Mateo, no es tarea fácil, ya que su nombre está íntimamente ligado a la cardiología dominicana, debido a que se caracterizó desde sus inicios por realizar una destacada labor en esta especialidad.

El doctor Mateo, nació en Cotuí en 1921 e ingresa en el año 1941 a la Universidad de Santo Domingo a estudiar la carrera de Medicina en donde recibió clases del doctor Nicolás Pichardo, junto a quien aprendió a detectar las principales cardiopatías que se presentaban en aquella época. De igual manera, en los inicios de su profesión tuvo influencia de cardiólogos como el doctor Manuel Tejada, José Fernández y Agha Emam Zade.

Su vida transcurrió entre Universidades y Hospitales, en los cuales obtuvo y aplicó los conocimientos de cardiología, en el año 51 se trasladó a la Universidad de Minnesotta, en los Estados Unidos, en donde realiza su postgrado en cardiología. De vuelta al país, se integra al Hospital de San Cristóbal, llegando a ser Jefe del Servicio de Cardiología.

En su trayectoria inicial participó en las primeras cirugías de simpatectomía dorso lumbar bilateral para controlar la hipertensión arterial, también participó en cirugías de pacientes con estenosis de la válvula mitral por causa de la fiebre reumática.

Como parte de su carrera; el doctor Mateo desempeño cargos importantes en distintas instituciones de salud del país, siendo en 1962 nombrado Jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Infantil Dr. Robert Reid Cabral e iniciador de la Sociedad Dominicana de Cardiología. Además inició el andar de la Fundación Dominicana de Cardiología, desde donde se trazan las necesidades de la cardiología dominicana y fundó la Revista Archivos Dominicanos de Cardiología.

En 1965 se convierte en Presidente de la Sociedad Dominicana de Cardiología y en 1968 fue elegido Fellow del Colegio Americano de Cardiología.

Su labor se considera como sobresaliente en la Fundación Dominicana de Cardiología y en el Instituto Dominicano de Cardiología, lo que le ha permitido ser reconocido con la Orden de Juan Pablo Duarte en el grado de Caballero, Profesor Emérito de la UNPHU, medalla de Honor de la Cardiología Panamericana entre otros reconocimientos.

Durante sus 93 años el doctor Mateo fue honrado por su destacada labor como profesional de la medicina, quien por más tiempo y con mayor eficacia educó y promovió la salud del corazón.

En la actualidad se le recuerda como fundador, motor y columna vertebral de la cardiología en la República Dominicana debido a sus innumerables aportes y siempre será reconocido Inmemorial por ser una pieza fundamental para el desarrollo de esta especialidad médica en el país..